Fórmula del momento angular. Como veis, el momento angular es el producto de tras parámetros: la
masa del objeto, el
radio del giro, y la
velocidad angular (
Fuente).
Una característica del momento -tanto angular como lineal- es que siempre se conserva a menos que actúen fuerzas externas, con lo cual los patinadores/as sobre hielo pueden jugar con esta función física simplemente modificando su postura y la posición de sus extremidades. Os pongo un ejemplo: si os fijáis, cuando una patinadora pega sus brazos al cuerpo, esta empieza a girar a una velocidad desorbitada, tanto que parece incluso una lavadora con patas (creo que me he pasado un poco con este ejemplo, jijiji). Esto se debe a la conservación del momento angular y a la modificación de la distribución del peso corporal (o del radio de giro).
Entenderéis esto mejor si os fijáis en la formulita que os he dejado arriba del momento angular: las patinadoras, cuando pegan los brazos al cuerpo, modifican la distribución de su masa corporal, y hacen que
el radio de giro de su cuerpo sea menor, al estar más "acurrucadas" sobre sí mismas. Como el momento lineal siempre se conserva a menos que actúen fuerzas externas (algo que en este caso podemos considerar que es prácticamente así),
al disminuir uno de los tres parámetros de los que depende el momento angular (el radio en este ejemplo),
debe aumentar uno o los dos parámetros restantes (velocidad angular o masa de la patinadora) para que el momento mantenga su valor constante. Como podéis imaginar,
la masa de la patinadora tiene un valor constante, con lo cual sólo nos quedamos con la posibilidad de aumentar el parámetro restante,
la velocidad, para contrarrestar la disminución del radio de giro. Es decir, que las patinadoras, aprovechando la conservación del momento angular y la disminución del radio de giro de sus cuerpos,
logran aumentar considerablemente la velocidad de giro, dejándonos imágenes realmente espectaculares y que suponen
una auténtica maravilla para los espectadores de este deporte/arte.
Ciencia y running, la importancia del calzado
Cada vez que nos calzamos las zapatillas para ir por ahí a correr, puede que no seamos conscientes de ello, pero nos estamos poniendo sobre nuestros pies
auténticas obras de ingeniería. Os explico: ya sólo viendo las partes que componen una zapatilla de
running, hasta los mejores estudiantes de
Anatomía empiezan a temblar, ya que a pesar de su aparente sencillez (son zapatos, al fin y al cabo), las zapatillas de correr tienen componentes y materiales muy diversos que las hacen óptimas para optimizar nuestras pisadas y permitirnos llegar a la meta lo antes posible.
Las diferentes partes de una zapatilla de running. ¿A que ya no te parecen tan simplonas? ¿Ves cómo realmente son artilugios complejos y con un montón de trabajo tras su diseño? (
Fuente).
Una de las cuestiones más importantes a la hora de diseñar y fabricar unas zapatillas es
la superficie sobre la cual se van a utilizar. No es lo mismo emplear una zapatilla para correr sobre asfalto que para hacerlo sobre tierra (8). Por ello, se diseña un taqueado concreto para la suela que permita una pisada óptima según la superficie: por ejemplo, en las zapatillas de
trail se suele utilizar un
taqueado específico que
facilita la pisada en terrenos irregulares y la composición de la suela se hace acorde al desgaste que pueda sufrir en sus diferentes partes, con lo cual se utilizan materiales más resistentes en las zonas más susceptibles al desgaste, y otros que lo son menos donde no se requiere una resistencia adicional a la abrasión.
Taqueado de las zapatillas de trail. El diseño especial de la suela de este tipo de zapatillas facilita correr por terrenos irregulares y con poco agarre como pueden ser el campo o la montaña (
Fuente).
Sin embargo, no sólo es importante fabricar una suela óptima para la superficie sobre la que se vaya a correr, sino que también hay que diseñar una mediasuela con unas características óptimas para los corredores/as. La mediasuela es la parte de la zapatilla que se encuentra entre la suela y la zona donde se sitúa nuestro pie al calzar la zapatilla (llamada botín), y debe aportar una serie de propiedades como amortiguación, protección y estabilidad.
Concretamente, la mayor parte de marcas utilizan un material, el etilvinilacetato o EVA, para fabricar las mediasuelas de sus zapatillas de running. El EVA es un copolímero de etileno y vinilacetato que posee una gran elasticidad, ligereza y resistencia a la flexión y los pinchazos, de ahí que sea un muy buen material para fabricar las mediasuelas (9).
Estructura química del etilvinilacetato (EVA). Este copolímero formado por
m repeticiones de
etileno y
n de
vinilacetato tiene unas propiedades físico-químicas que lo hacen muy interesante como componente de las zapatillas de
running (
Fuente).
Además de la mediasuela, también se pueden añadir unas
piezas estabilizadoras en la parte delantera de la zapatilla, en mitad de la suela y la mediasuela, con el fin de
proteger el pie ante el impacto de objetos del terreno, y en la parte posterior podemos encontrar en algunos modelos capas de material más denso y rígido que
impiden una excesiva pronación en la pisada (es decir, el movimiento que algunos tendemos a realizar de "hundir" el pie hacia dentro al pisar).
Otro factor importante a tener en cuenta es el perfil de la zapatilla, o la diferencia de altura que hay entre el suelo y las plantas de nuestros pies; y además de eso, también se debe utilizar un drop adecuado (es decir, la diferencia entre el perfil de las partes trasera y delantera de la zapatilla). En función de lo que el corredor desee, será mejor utilizar un perfil más alto (ideal para corredores de mayor peso, pero con la desventaja de un menor equilibrio en la pisada) o más bajo (lo mejor para corredores que buscan velocidad o una mayor sensibilidad con el terreno que pisan, como es el caso de las famosas Fivefingers® y la moda del barefoot running).
Zapatillas Fivefingers®. Este tipo de calzado de
running se puso muy de moda hace ya algunos años, con toda esta corriente del
natural running y el respeto hacia la
biomecánica de nuestros pies (
Fuente).
Y ya para terminar con el
running, también hay que destacar la importancia que tienen la
horma (anchura) de la zapatilla y
el diseño del botín (donde se sitúa el pie). En esta parte de la zapatilla encontramos el
mesh o la tela que tapiza el botín y está en contacto con nuestro pie, que debe tener agujeros y permitir la
transpiración (si no,
preparaos para el pestazo después...). También puede haber
protecciones tanto
en el frontal de la zapatilla (muy importante en
trail), en los
laterales (para proteger el pie y darle rigidez), en
la zona del talón (para proteger la articulación del tobillo y talón) y en la
zona interior (para aportar sobre todo
comodidad y protección, y cuyo diseño interno y costuras son importantes para
evitar rozaduras molestas).
Ciencia y alpinismo
Venga, es hora de quitarse las zapatillas de running y preparar todo el equipaje necesario para irnos a lo más alto de las montañas, que nos vamos de alpinismo.
El alpinismo, según la
Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME/CSD), es
"la acción de subir montañas, pero siempre por afán de superación, como respuesta a un impulso personal distinto en cada uno o por el placer de alcanzar una cima y observar el terreno que se abre ante los ojos" (10). Es decir, que más que un deporte competitivo al uso, se trata más bien de una experiencia placentera para la persona que lo practica, como fue el caso de los primeros alpinistas propiamente dichos: una serie de aficionados ingleses que a finales del siglo XVIII se desplazaron hasta los Alpes con el fin de explorar sus montes y estar en contacto con la naturaleza. Así, poco tiempo después de las expediciones de esos primeros alpinistas, en 1786 los franceses Balmat y Paccard lograron coronar el pico más alto de todo el sistema de los Alpes, el Mont Blanc (4809 m).
El Mont Blanc, el pico más elevado de los Alpes. Tras el pico Elbrus, se trata del punto más elevado de toda Europa, con sus 4809 m de altitud (frente a los 5416 m del monte Elbrus) (
Fuente).
Sin embargo, un alpinista de hoy en día requiere de un enfoque multidisciplinar, ya que el esquí de montaña, la escalada y la orientación son necesarias para poder realizar alpinismo de forma más "pro" y llegar a picos que supongan una mayor exigencia.
En este apartado del post voy a adoptar un enfoque algo distinto a los otros, ya que no voy a contaros simplemente la ciencia que hay detrás de la escalada, el montañismo ni nada de eso, sino que voy a contaros cómo el alpinismo ha contribuido al avance de la ciencia:
Hace unos 150 años, el científico multidisciplinar John Tyndall realizó un ascenso al pico Weisshorn con el fin de realizar estudios geológicos recogiendo rocas cada 100 metros que ascendía por la montaña, además de estudiar la temperatura y los glaciares de hielo presentes a grandes altitudes.
Por aquel entonces (finales del siglo XIX), un siglo después del inicio de la Revolución Industrial, nuestro uso irresponsable de los recursos y lo rudimentario de los avances tecnológicos estaban empezando a causar estragos sobre nuestro planeta, cosa que no pasó desapercibida entre los científicos de la época, ya que se sabía que ciudades con alta actividad industrial como Londres estaban aumentando su temperatura media poco a poco. Se creía que esto era un fenómeno a pequeña escala, que no implicaría grandes alteraciones en la temperatura global, pero muchos de los científicos de la época, que realizaban frecuentemente expediciones en las montañas para hacer mediciones y experimentos, veían que los glaciares y las zonas con hielo de las montañas se localizaban cada vez a mayor altitud, teniendo así los primeros indicios de lo que hoy conocemos como cambio climático antropogénico, uno de los problemas más serios que sufrimos como humanidad en este siglo XXI en que vivimos.
Ya por aquel entonces, se estaban empezando a sentir los efectos de la crisis climática en la que está inmersa actualmente nuestra sociedad. La altitud a la que se empezaban a encontrar los montañistas los glaciares de hielo era cada vez mayor, lo que provocaba por aquel entonces cierta "alegría" entre este colectivo, ya que esto facilitaba el ascenso a los picos más elevados (
Fuente).
Pero el alpinismo no sólo fue una de las actividades que ayudó a la ciencia a descubrir que nos estamos cargando el planeta, sino que gracias a él (en parte) empezó a fraguarse la más conocida teoría de las ciencias biológicas, la Teoría de la Evolución, cuyos autores fueron Alfred R. Wallace y el ultraconocido Charles Darwin. Este último, a pesar de que a todo el mundo nos suene su expedición en el Beagle, en la que exploró los oceános y algunos archipiélagos como el de las Islas Galápagos -que inspiraron profundamente su teoría de la evolución-, Darwin era también experto en geología, y como buen ejemplo de ello, le apasionaba explorar las montañas y realizar allí numerosos experimentos y observaciones del entorno.
Imagen de Charles Darwin. Aparte de naturalista, Darwin era también
geólogo, y su pasión por esta rama de la ciencia le hizo escalar numerosas montañas y explorar el entorno de las mismas con el fin de
estudiar la composición geológica y los fósiles del suelo para su datado (
Fuente).
De hecho, sus frecuentes expediciones por los montes andinos fueron clave para empezar a darse cuenta de que las teorías fijistas, tan fuertemente arraigadas por motivos religiosos, empezaban a mostrar ciertas flaquezas:
En una expedición por la
Tierra del Fuego, Darwin se dio cuenta de que las montañas eran realmente islas, y que los océanos estaban en un pasado mucho más elevados o las montañas eran más bajas, es decir, que
la tierra "subía y bajaba" de forma periódica durante las diferentes
eras geológicas (spoiler: se estaba empezando a fraguar también la teoría de la
tectónica de placas). Pero no solo eso, ya que en el
Paso de la Cumbre, en Uspallata (Argentina) descubrió un
bosque petrificado a unos 2100 metros de altitud, lo que le hizo pensar que en algún momento de la historia terrestre,
la actividad volcánica debió cubrir de material geológico lo que antiguamente era un bosque lleno de vida, y además, "elevarlo" hasta la altitud a la que se encontraba en el presente (sí, aunque estemos hablando de la primera mitad del siglo XIX, podemos considerarlo prácticamente como el presente en una
escala de tiempo geológica). Con todas estas observaciones (y otras muchas más), Darwin se dio cuenta de que simplemente
analizando los fósiles del terreno, puedes datar y hacerte una idea de la historia geológica de esa región, y a partir de ello, es cuando Darwin empieza a hilar ideas y dar forma a su conocida Teoría de la Evolución (11).
Los hallazgos geológicos de Darwin en los montes andinos fueron el germen de su teoría evolutiva. Al analizar la composición del suelo, el relieve y los fósiles, Darwin se dio cuenta de que el terreno escarpado de los Andes ha estado sometido a "subidas y bajadas" a lo largo de la Historia de la Tierra (
Fuente).
Ciencia y tenis
Vamos a ver ahora
la ciencia que se esconde tras cada raquetazo y movimiento a través de la pista que realiza toda persona aficionada a este deporte o algunos de nuestros
cracks nacionales como son
Garbiñe Muguruza o
Rafa Nadal.
En primer lugar, vamos a hablar de uno de los elementos fundamentales para la realización de este deporte:
la pelota (12). Las pelotas de tenis están diseñadas de forma que
la presión de aire en su interior sea mayor que la atmosférica (es decir, la del medio a través del cual se desplazan), y esto es lo que permite que tengan una
elasticidad y capacidad de bote considerables.
Obviamente, la velocidad, la energía, el efecto y la trayectoria que adopta la pelota no va a depender sólo de su elasticidad y bote, sino que dependerá de con qué fuerza la golpeemos con la raqueta, la velocidad que lleve la pelota antes de darle el raquetazo y del ángulo de golpeo. Por ejemplo, si queremos golpear la pelota de forma óptima cuando esta se encuentra quieta o con velocidad cercana a 0, hemos de darle con el extremo superior de la raqueta, mientras que si la pelota se aproxima con velocidad hacia nosotros, hemos de darle con la parte central de la raqueta para que el golpeo sea eficaz.
Pero no sólo eso, ya que en tenis existe una gran variedad de golpeos distintos que los jugadores adoptan en función de diversos factores como su posición en la pista, su dominio de cada técnica de golpeo, la velocidad y ángulo con que viene la pelota y también de su bote. Vamos a ir analizando uno a uno varios de los golpeos más utilizados por los tenistas (13):
1. Golpe de derechas o drive: de los más sencillos, este golpeo consiste en darle con una o las dos manos sujetando la raqueta a la pelota desde abajo hacia arriba después del bote de la pelota que te manda tu rival.
Aquí vemos cómo se ejecuta uno de los golpes más clásicos del tenis,
el drive (
Fuente).
2. Golpe de revés: este sería el golpe "opuesto" al drive, ya que se realiza por el lado izquierdo del cuerpo y podemos hacerlo a una o a dos manos. Es también de los movimientos más naturales, pero requiere de una buena colocación del cuerpo para controlar bien la trayectoria que va a adoptar la pelota.
3. Volea: un golpeo rápido y muy socorrido cuando no se puede llegar al golpe del oponente antes del bote de la pelota, y que permite atacar a la red del adversario.
Una fantástica volea de la tenista Agnieszka Radwańska. Vemos en este gif cómo la tenista polaca se marca una volea con un 360º incluido. Niezwykła! (Fuente).
4. Dejada: similar al golpe de volea, pero con la diferencia de que te permite engañar al rival haciéndole pensar que vas a hacer un tiro lejano, cuando en realidad la pelota sólo va a pasar por encima de la red tan sólo unos pocos centímetros aterrizando de esta manera cerca de ella. También se puede hacer este golpeo dándole efecto a la pelota y haciendo que esta rebote incluso hacia atrás una vez golpea el suelo. Mola mucho, la verdad...
Dejada con efecto incluido. Me imagino la cara de
WTF que se le quedaría a su rival al ver ese golpeo (
Fuente).
5. Globo: un golpe defensivo por excelencia, muy útil cuando tu rival te está atacando a la red y necesitas tomar el control de la situación. Este golpeo se puede resumir en "mandar la pelota al espacio", para que así pase muy por encima del rival y tarde más tiempo en llegar hacia él, lo cual te va a permitir tomar algo de aire y recolocarte en la posición adecuada para la próxima recepción de la pelota.
6. Remate o smash: este es de los golpeos más potentes y que más caña le mete a la pelota. Se suele hacer sin bote previo de la pelota, y en la primera mitad de la pista más cercana a la red. Consiste básicamente en darle a la pelota "con tó la mala leche que puedas" para que esta rebote fuertemente con el suelo y dificulte la recepción del oponente.
7. Saque: se puede hacer de formas muy diversas, dejando caer la pelota de nuestras manos y golpeándola de abajo hacia arriba, o lanzando la pelota hacia arriba con la mano izquierda, para después dar un ligero salto y golpear la pelota con la raqueta con un ángulo recto (lo que sería un saque plano).
Aquí tenéis un claro ejemplo de cómo NO se debe hacer un saque plano. Epic fail (
Fuente).
8. Resto: esta sería una de las mejores formas de contrarrestar un saque potente por parte de nuestro rival. Requiere de una buena práctica, saber golpear las pelotas que vienen bajas, y aquel(la) tenista que domine bien los restos puede tener una ventaja considerable que le ayude a ganar los partidos que dispute.
9. Passing shot: este golpeo es perfecto cuando tu oponente se está aproximando a la red o está ya al lado de ella. Consiste en que, una vez tu oponente está próximo a la red (algo que en un principio supone un problema para el tenista), lanzas la pelota desde el fondo de la pista, de tal forma que llegue muy lejos y fuera del alcance de tu rival.
10. Tweener: la guinda del pastel. Este es el golpe que se utiliza para "abusar" de tu rival. Consiste en golpear la pelota de espaldas a tu oponente, para hacerla pasar
entre tus piernas con la fuerza y el ángulo necesarios para que la pelota pase al otro lado del campo sin darle (obviamente) a la red. Este golpe tan espectacular no es común de ver, pero grandes jugadores como
Roger Federer lo han empleado en ocasiones, provocando obviamente los aplausos y la admiración de todo el público.
Esto es un pedazo de tweener como la copa de un pino. Podemos ver cómo el público se queda maravillado ante el golpeo del gran
Roger Federer, que además se materializó en un punto a favor del suizo (vemos cómo el rival intercepta la pelota, pero se la devuelve a Roger tocando fuera de la pista) (
Fuente).
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